Otra vez me encuentro aquí, frente a un trozo de papel, después de mucho tiempo sin hacerlo. A veces, cuando pasa tanto tiempo, pienso que se me va a olvidar cómo hacerlo e incluso me cuesta empezar.
Esta vez no voy a hablar de amor ni amistades, ya que hay algo que me ronda más últimamente y que me tiene algo preocupada, y es un problema que tengo desde pequeña. Según los médicos, es una enfermedad sin importancia, "hiperhidrosis", que es el sudor en los pies y en las manos.
Es cierto que desde fuera puede parecer un problema sin importancia, pero quien tenga ese problema, sabe lo difícil que puede resultar llevarlo bien.
Por parte del sudor en los pies, solo conlleva a no poder ponerte sandalias o chanclas para la playa, ni tacones sin medias, o simplemente tacones abiertos, ya que se te resbala, y tener que estar todo el verano con calcetines porque incluso he llegado a caerme de un resbalón por culpa del sudor tan abundante.
Pero el sudor en los pies es lo de menos, lo que es casi imposible de llevar es el sudor en las manos. El simple hecho de escribir sobre un papel, ya que tengo que ponerme un pañolito bajo la mano para no mojar el folio. Tener que inventarme un dolor de barriga en clase de gimnasia para no tener que jugar a ningún juego en el que tenga que agarrarle la mano a algún compañero, por vergüenza y para evitar tener que verle la cara de asco que tanto me duele ver. Jugar al futbolín, algo tan sencillo como eso, solo puedo hacerlo cuando llevo mangas largas, para poder taparme un poco las manos y así no dejar chorreando el mango del futbolín.
Pero lo que más me duele, lo que realmente me cuesta llevar, es tener que quitarle la mano a mi novio cuando vaya a agarrarme, por vergüenza y porque no me gustaría verle a él también la cara de asco. Aunque quizá si le cuento el problema, todo pueda ser más fácil, y me ayude a llevarlo mejor, como hizo mi amiga, la única a la que se lo he contado, aun que no con tantos detalles.
A nadie le he dado estos detalles, ya que me cuesta muchísimo hablar de este tema porque no puedo evitar llorar, ya que nunca lo he superado.
Ya sabía desde hace tiempo que para esto hay operación, pero el médico no ha querido hacerlo porque dice que la operación es para casos extremos.
Hace poco me enteré que una chica del pueblo, algo más pequeña que yo, se acababa de operar de ese problema. Vi todas las puertas abiertas, eso me ayudó a animarme para hacerlo, y creo que lo haré.
Aunque no recibo todo el apoyo que necesito por parte de mi madre, creo que puedo llevarlo sola, ya que de ella solo necesito el consentimiento y eso creo que lo puedo tener.
El día 10 de Septiembre tendré noticias.