Y vosotras, que pensáis que es un capricho, y sí, nunca lo he negado, todo fue un físico, atracción sexual, pero se fue convirtiendo en algo más. No puedo decir que es exactamente, porque no lo sé, obsesión tal vez, acostumbrarme a él, me hizo más débil, tanto que no podía estar sin él. Él es la causa de un despertar cada mañana con una sonrisa, saber que me lo puedo encontrar camino al instituto o a casa es lo que me maquilla de felicidad.
No sé cuando empecé a sentir, cuando se fue haciendo más grande algo que empezó como un juego, un simple entretenimiento, cuando nació ese sentimiento, pero lo que si sé es que está aquí, conmigo, y no puedo sacarlo de mi mente y tampoco me gustaría hacerlo, quizá es lo mejor, según la gente, pero ¿ lo mejor para quién ? Se que puedo hacerlo, puedo olvidarlo, todo el mundo consigue olvidar a una persona importante si se lo propone, pero creo que ahí está el problema. No me lo he propuesto, ni quiero proponermelo, porque esa no soy yo, porque eso seria rendirse y caer ante el enemigo que solo quiere lo peor para los dos. No me rendiré así de fácil, podría decir que has ganado la batalla pero no la guerra, aunque pensándolo mejor, no, ni si quiera has ganado esta batalla, esta batalla solo acaba de empezar, porque no sabe con qué clase de fuego está jugando.
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